Siempre me ha parecido interesante el modo de pensar de un artista. Supongo que lo tengo más cercano, ya que aunque no me considero una artista como tal (porque me parece una palabra demasiado moldeada hacia un capitalismo innecesario) sí creo que aquellos que nos dedicamos al arte tenemos una forma peculiar de ver el mundo. Esta forma de percibir la realidad nos permite observarla y analizarla de una manera especial, casi caleidoscópica. La rompemos en trocitos, la comparamos y analizamos sus colores, sus formas; les buscamos un sentido, investigamos y nos sumergimos en cada trocito que forma el conjunto, creando algo maravilloso. La sensibilidad y crítica con la que un artista observa la realidad es un modo de pensamiento que mucho tiene que ver con las necesidades educativas actuales.

Leyendo a Eisner comprendí que cada uno mira el mundo de una manera distinta, dependiendo de su “marco de referencia”. Cada uno de nosotros analiza lo que ve según su experiencia, haciendo que una misma imagen no sea  igual para todos. Eisner lo explica en su libro “El arte y la creación de la mente” (2011, pp.113-114 ) mediante el ejemplo de que un geólogo no ve el Gran Cañón del Colorado de la misma forma que un urbanista, un poeta o un pintor. Lo que las artes pueden ofrecernos es “algo más que ser consciente” de las cualidades de lo que vemos; “es una manera de conmovernos; es una manera de explorar las partes más profundas de nuestro paisaje interior”. Estoy de acuerdo con Eisner en que ver las cosas de una manera estética es una “manera de experimentar alegría”.

Nuestro actual sistema educativo cojea debido a su falta de sensibilidad, sin la cuál jamás será posible aprender a vivir. La teoría de lo automático, de lo capitalista, de lo competitivo, mueve nuestro mundo hacia un agujero del que será muy difícil salir si no apoyamos una filosofía de aprendizaje y enseñanza basado en la experiencia y en lo que nos hace ser personas: los sentidos.

La enseñanza artística, gracias a su carácter experimental, donde la investigación, la magia y el diálogo son las protagonistas, nos permite desarrollar una capacidad distinta de ver el mundo, que cumple con todos aquellos objetivos principales que se esperan de una educación íntegra y completa, que forme personas que sepan vivir y convivir. Personas que entiendan su lugar en el mundo y que sepan elegir según lo que les haga felices.

Y es que,

¿ a quién no le gusta mirar a través de un caleidoscopio?

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Collage de Hollie Chastain

De este modo, me he permitido llevar a cabo una pequeña tabla que recoge varios de los pensamientos más importantes que conforman la mente de un artista, de estavisión caledoscópica, que hacen posible un aprendizaje completo, basado en la experiencia, en la investigación, la sensibilidad, y en la relación sana con uno mismo y con el contexto.

Esta tabla está compuesta por 17 posibles pensamientos que una mente artística conforma, a la hora de abordar un proceso artístico, o simplemente en su día a día, que hacen que el aprendizaje sea mucho más completo.

Estas 17 frases componen algunas de las ventajas de un aprendizaje mediante el arte, y que sin duda fomentan la creatividad, el desarrollo de la imaginación, y ayudan a comprenderse a uno mismo y a entender críticamente el mundo que nos rodea. Así, y gracias a este modo de pensamiento, podremos llegar a experimentar un proceso artístico en el que tendremos la oportunidad de construirnos a nosotros mismos, y por lo tanto de aplicarlo en nuestro día a día. Esta metodología permite el desarrollo de situaciones de enseñanza-aprendizaje completamente recíprocas, donde tanto el alumnado como el profesorado tienen la oportunidad de crecer.

En cierto modo, a la hora de abordar la docencia, son estos pequeños 17 pensamientos los que siempre tengo presentes y que deseo que los alumnos experimenten conmigo.

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¡Esto me encanta! Voy a guardarlo…

El proceso de ver, encontrar y guardar es muy importante para un artista. Un artista no se hace solo, se empapa de lo que ve, de lo que oye, de lo que siente, de lo que le aportan los demás… Es una forma de apreciar el mundo que nos rodea. Como docente, se trata de plantar esas pequeñas semillas que hagan brotar pasiones e ideas en el alumnado.

Si me caigo, vuelvo a levantarme. Aún no he tenido tiempo de probarlo todo…

En la vida hay retos que superar, eso lo sabemos todos. Pero el artista tiene esa facultad especial de no rendirse nunca. Aprender de los errores es bastante sencillo, ya que existen tantas técnicas artísticas y modos de hacer como personalidades hay en el mundo. Los artistas más célebres no eran famosos cuando empezaron. Pero con un poco de pasión e investigación, encontraron lo que andaban buscando.

El arte es una forma básica de expresarme y ayudarme a crecer como persona

Todos necesitamos expresarnos. Somos criaturas basadas en lo sensible, y el arte tiene tantas modalidades que es muy posible que una de ellas se adapte a ti. El poder controlar tus emociones se basa en una correcta expresión de los sentimientos, y el arte, sin duda, es la forma más personal de hacerlo.

El arte permite que haya más de una solución a un problema

Cuando la creatividad aborda un problema, las soluciones son infinitas. Estamos acostumbrados a un aprendizaje teórico y medido, que va en una única dirección. Y cuando nos vemos atrapados, o el camino se termina, nos bloqueamos.

En la ilustración se refleja muy bien, ya que existen cientos de interpretaciones de un mismo libro, por ejemplo, de “Alicia en el País de las Maravillas”. El arte permite abrir nuestra mente ¿o es que en la vida sólo hay un camino posible?

Veo arte en todas partes

Sí, así es. Un artista ve arte en cualquier sitio. Cualquier cosa puede ser digna de admirar si sabemos desde qué punto de vista hacerlo. Y es que la sensibilidad de un mente artística hace que la observación del contexto sea mucho más detallada, y vista con otros ojos que no se corresponden con la mirada de lo rutinario.

El arte me ayuda a conocerme y a entender mi lugar en el mundo

Esa mirada diferente, provoca una instrospección más profunda de nuestras vivencias y nuestras experiencias. Por ello que en muchas ocasiones se haya tachado a los artistas de excéntricos. Simplemente interiorizamos lo ocurrido en nuestro mundo y el que nos rodea con mucha más precisión, lo que nos permite saber cómo somos y a dónde pertenecemos. En ocasiones nos movemos por impulsos, pero mejor movernos nosotros mismos que que nos muevan y nos dirijan.

Siempre estoy aprendiendo. Nunca llegaré a la perfección porque nunca dejaré de aprender

A veces puede llegar a ser frustrante, es cierto. Aunque cada uno tenemos nuestro propio estilo, siempre querremos saber un poco más y probar cosas nuevas. Pero la experimentación se hace imprescindible en un proceso artístico, ya que sin ella nunca conseguiríamos llegar a ningún sitio. Eso sí, nunca dejarás de aprender porque siempre habrá alguna experiencia nueva a la vuelta de la esquina. El proceso de un artista se mueve al ritmo de sus experiencias.

Yo soy yo y tú eres tú

Todos somos únicos y diferentes. Tú tienes tu estilo, y yo tengo el mío. Jamás seremos iguales. El arte ayuda a respetar la individualidad y las personalidades de cada uno, así como la colaboración entre las mismas. En el arte no existe una única salida, lo que tu hagas es tan válido como lo que yo pueda hacer.

Nunca me olvido de mi niñez

La mayoría de los artistas tenemos muy claro que las reminiscencias de lo que fuimos tienen que estar muy presentes en nuestro día a día. Y es que el recordar que hubo una vez en la que solamente tú y tu mundo existíais hace que esos primeros recuerdos broten, sean buenos o malos. Esos recuerdos te hacen sentir especial, diferente, único.

Este estilo está muy bien, voy a mezclarlo con el mío…

¡Y hacer la mejor fusión que jamás se haya visto!

El aprender a respetar y apreciar el trabajo y la personalidad de otros es esencial para un proceso artístico exitoso. Podemos aprender de quien sea, coger influencias de quien más nos guste, y llevarlas a nuestro terreno. Es una forma de compartir, y qué mejor época para hacerlo que la nuestra, en la que todo se comparte gracias a Internet. Cada vez que encuentras algo nuevo que te gusta, te motiva, y aprecias el trabajo de ese alguien que ha hecho que vuelvas a sentirte lleno de energía otra vez.

Si todos dibujásemos más nos entenderíamos mejor

Todo artista lo piensa. ¿Qué mejor forma hay de expresarse que mediante un dibujo? Puedes sintetizar diez páginas en una sola imagen, y además transmitir los sentimientos pertinentes, gracias al color, las líneas, las formas…  Nunca debemos dejar de dibujar.

Todavía creo en la magia

¿Un mundo en el que todo es posible? ¡Pues claro que sí!

Veo lo que no es y hago lo que podría ser.

El arte hace que todo sea posible

La posibilidad de representación es una de las expresiones qué más llenan de magia el proceso artístico. No hay barreras para la imaginación. Con el arte puedes hacer cualquier cosa.

No hay reto que se resista a mis manos

El positivismo del arte es enorme. Como antes comentaba, siempre habrá alguna modalidad que se adapte a ti, y los retos, para el artista, no son un problema. Se intenta, se investiga y se mejora.

Yo no existiría sin otros.

La importancia de la colectividad en el arte es indiscutible

¿Qué sería de los grandes artistas sin sus amigos, su familia, su contexto, o mismo el resto de los artistas? Necesitamos apreciar y aprender de nuestros compañeros de viaje, para así construirnos a nosotros mismos de forma íntegra y completa.

El arte me ayuda a concentrarme

Todos necesitamos un poquito de concentración y empeño para conseguir nuestras metas. El proceso artístico permite introducirnos en un mundo personal, en el que sólo existe un yo y lo que nos proponemos. El proceso artístico nos ayuda a discernir entre momentos de concentración y momentos de evasión.

El aprendizaje visual es clave para lograr una formación íntegra

En uno de los puntos hablaba de la importancia de lo visual para poder comunicarnos de una forma completa. Aprender a leer imágenes nos ayuda a entender nuestro contexto, a ser críticos con nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Vivimos en una sociedad visual, y aprender a analizar imágenes se ha hecho tan importante como leer o escribir.

Escrito por:Inés Sánchez Díaz-Marta

Bibliografía de interés: Eisner, E. W. (2011) El arte y la creación de la mente. Barcelona. Paidós.

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